domingo, 16 de mayo de 2010

Esto dice Jerome Bruner con relaciòn a los entornos virtuales, que me parece interesante recuperar en espacios de aprendizaje donde las clases presenciales son acotadas.

Los entornos virtuales favorecen el trabajo en colaboración y la comunicación. La comunicación brinda oportunidades de comentar las actividades con otros docente, especialistas y con miembros de la comunidad educativa ajenos al aula. Además favorece la profundización del conocimiento, el debate público con respecto a las prácticas entre docentes de diferentes niveles del sistema, ya se trate de lugares cercanos o distantes. Los entornos virtuales plantean la importancia de hacer públicos los conocimientos en tanto obras colectivas que generan un espíritu de comunidad de aprendizaje.Cuando intervenimos en foros virtuales o cuando un docente nos invita a participar y nos muestra sus trabajos o de sus alumnos, pensamos que está ampliando los límites del aula de una manera inimaginable. Es una gran desafío para la escuela y los docentes con fuerte tradición de trabajo en soledad y aislamiento aprovechar las oportunidades de externalizar el conocimiento, y así, compartirlo, discutirlo y validarlo, que brindan las tecnologías de la información y comunicación (TIC).
Bruner, J. La educación, puerta de la cultura. Madrid. Visor. 1997. Intervención publicada el 07/10/2009 en la categoría ENTORNOS VIRTUALES (Debates de APRENDIZAJE EN ENTORNOS VIRTUALES).

sábado, 8 de mayo de 2010

INTRODUCCION

En el presente trabajo, del Espacio Curricular Práctica Escolar Docente, se realizan escritos dentro de un marco comprensivo, analizando las prácticas escolares cotidianas, para comprender su situación actual, junto con la explicación psicosocial de los procesos educativos. Para ello se analizarán tres temas, tomado conceptos de diferentes autores y relacionándolos.
Ellos Son: Los Escenarios Escolares Actuales, La Clase Escolar Como Complejidad y La Naturaleza Psicosocial de los Procesos Educativos.
Dichos temas son de relevancia teniendo en cuenta que el sistema educativo es influenciado y modificado por el contexto que lo rodea. Además por la complejidad que atraviesa hoy en día, con todos los cambios que hubieron a su alrededor.

LOS ESCENARIOS ESCOLARES ACTUALES:

Sobre los escenarios escolares actuales, se cita a un autor (Medina Moya) que habla del proceso de "deconstrucción". En un mundo turbulento, inestable y de permanente crisis, se buscan nuevas formas de hacer más inteligible la realidad. Podemos afirmar que los sujetos, durante su formación asimilan estructuras teóricas de una manera acrítica.
La deconstrucción es un proceso individual y/o colectivo de la búsqueda de nuevos significados y sentidos innovadores, alejándonos del marco conceptual que estructura nuestra percepción de la realidad y nuestro modo de interpretar el mundo. Se trata de desaprender, de sospechar sobre aquello que se nos muestra como aparentemente lógico o como verdadero y coherente.
Es un concepto que se debería poner en práctica en la actualidad. En los escenarios escolares actuales, hay que formar sujetos críticos y reflexivos, que no asimilen la realidad por osmosis, sino aprehendiendo y comprendiendo lo que ello significa.

Por otro lado estamos asistiendo a una crisis de autoridad, según las autoras Dussel y Southwell, traducida en episodios de cuestionamiento a los docentes y más en general a todos los adultos que actúan en las escuelas, y muestras de actitudes como la apatía y el desinterés, lo que lleva a la dificultad de construir climas de trabajo respetuosos en el aula. Teniendo en cuenta que en la época que se la define como modernidad (Caruso y Dussel), donde el énfasis fue la difusión de la razón para la construcción del orden social, reemplazando a la antigua concepción teo centrista de la edad media, el docente era merecedor del reconocimiento de su autoridad, por ser quien poseía el conocimiento y lo transmitía a los alumnos, ocupando estos últimos el lugar de meros receptores del conocimiento, lo denominado "magistrocentrismo", el docente centro de todo.
A la educación se la consideraba en la teoría del optimismo pedagógico, o sea que la escuela y la educación eran sinónimo de progreso y ascenso social. Actualmente otros autores sitúan a la escuela en un concepto totalmente antagónico, haciendo referencia al pesimismo pedagógico, exponiendo que la misma es una mera reproductora del orden social vigente.
Ademas estamos en una época donde la escuela se ha convertido en un escenario violento.
El autor Noel, menciona el carácter conflictivo de la cotidianidad escolar, donde ya no se respeta al docente como autoridad, la misma ya no se le esta reconocida.
Tal vez porque a partir de los años `60, con una crítica antiautoritaria a través de movimientos radicalizados en la política y la sociedad, se inauguro una época donde la autoridad debe ser demostrada cotidianamente para ser legítima. Allí comienzan los movimientos de liberación, y una decadencia en cuanto al valor del respeto y a la educación. Por ello se habla de una crisis de autoridad en la institución escolar.
Por otro lado, haciendo referencia al sistema educativo actual, la autora Cecilia Braslavsky plantea los conceptos de segmentación y fragmentación como dos problemáticas en los escenarios escolares del presente.
Con respecto a la segmentación educativa la autora hace referencia a las desigualdades existentes en el sistema educativo nacional. Hablando de circuitos diferenciados dentro del sistema, como puede ser el segmento de escuelas técnicas durante la primera presidencia de Perón, para abastecer de operarios a las fábricas, o a partir de los años `60 el crecimiento de los establecimientos privados que comenzaron a albergar a grupos socio-económicos medios-altos que abandonaban la educación pública a medida que esta se volvía mas inclusora de los grupos sociales mas desfavorecidos. La segmentación refiere a las diferencias existentes entre los diversos grupos sociales, cada uno con sus características particulares, y para los cuales la escuela tiene significados diferentes, siendo todos, parte de un mismo sistema educativo.
Mientras que con el concepto de fragmentación hace referencia a un “campo estallado”, caracterizado por las rupturas y las discontinuidades, nombra la pérdida de unidad y la ausencia de referencias comunes, alejando la posibilidad de recuperación de la unidad. En el sistema educativo, el fragmento actúa como una frontera de referencia, pero no se constituye en un todo integrado y coordinado.
Hoy en día, luego de sucesivas crisis socio-económicas que ha atravesado nuestro país, las instituciones educativas ya no profesan el principio básico de “civilizar”, según la misión que le asignaba Sarmiento a la escuela, si no, que actualmente, la perdida del referente universal de las escuela, las ha transformado en un espacio donde se recrean sentidos particulares, según el grupo social al que atienden, o sea en sistemas cerrados que no se interrelacionan.

LA CLASE ESCOLAR COMO COMPLEJIDAD

Haciendo referencia a la complejidad, podemos citar la definición que realiza Morin sobre este tema, donde propone el desafío de la complejidad al pensamiento contemporáneo, planteando como salida la reforma de nuestro modo habitual de pensar. Advierte que ante los grandes cambios producidos recientemente, en todos los aspectos de la vida del hombre, gran parte del sistema de pensamiento se halla trastornado y transformado. Es posible que esa estructura formada durante siglos este a punto de colapsar. Sostiene que el modo complejo de pensar no tiene solamente utilidad en los problemas organizacionales, sociales y políticos. El pensamiento complejo enfrenta la incertidumbre y puede aclarar las estrategias en un mundo incierto soslayando la fragmentación del conocimiento a la que estamos encaminados en los tiempos actuales.
La complejidad esta en todo orden del ser humano y en todos los ámbitos que lo rodean, uno de ellos es el sistema educativo, y el lugar tangible donde esto se puede manifestar es en el aula, en la clase escolar, por ser el lugar donde se efectiviza la enseñanza, donde se la pone en práctica con la formula alumno+profesor+contexto. Y es allí donde se palpan las dificultades y se demuestra la complejidad como tal, sobre esto hace referencia la autora Marta Souto.
La clase escolar es el ámbito de enseñanza, de la buena enseñanza, aquella que deja en el docente y en los alumnos deseo de continuar enseñando y aprendiendo, a la vez la incorporación y el dominio de nuevos conocimientos. A su vez también es un campo de problemáticas y objeto de estudio para la didáctica, porque toma el acto de enseñanza, el acto pedagógico, en el ámbito más habitual de concreción, porque es allí donde la enseñanza se traduce en acto y el aprender se provoca y se genera, los procesos se realizan en tiempo y espacios compartidos, facilita la reflexión y construcción de conocimientos. Permite comprender los sucesos en su dimensión social, humana y real, con sentido y contenido social.
La autora menciona que la clase escolar posee una complejidad, que la misma es una realidad compleja, por diversos factores. Entre ellos cita la dificultad de entender las incongruencias que se presentan, la interacción de partes que se constituyen en un todo, o sea que una organización es mas que un conjunto de partes, hay que tener en cuenta la forma de interacción de las mismas, la heterogeneidad, conflictos y paradojas que hay, que no pueden ser reducidos, si no que requieren de explicaciones que respeten su carácter heterogéneo y analicen como se pueden complementar, además fenómenos aleatorios, imprevisibles, que generan incertidumbre. La clase es al mismo tiempo lugar de encuentro y contraposición de deseos individuales y formaciones grupales e institucionales. Y esta inserta en un contexto macro que ejerce influencia sobre ella, pero que esta no puede modificar, sino que debe adaptarse.
Para superar estas complejidades, la autora plantea que se debería: comprender la clase en interacción con el contexto que la rodea, teniendo en cuenta factores políticos, económicos, culturales, sociales, que ejercen influencia sobre la misma y la modifican. Hay que considerarla como un proceso continuo, nunca acabado. Incluir la diversidad de componentes, relaciones y dimensiones que atraviesan la clase y permiten pensarla como campo problemático, priorizar el ámbito grupal, o sea como conjunto de sucesos en su devenir, pensar en la interacción de los diversos elementos que la componen.
La clase escolar debe ser analizada desde los procesos y procedimientos que se utilizan para enseñar. Además plantearse un campo amplio que indague las relaciones entre la modalidad de enseñaza utilizada, la formación del docente, sus creencias, sus formas de pensamiento, las características socio culturales de los alumnos, las características de cada uno de ellos en particular, las relaciones interpersonales, la propuesta pedagógica, en fin, las estructuras que surgen en la compleja trama de relaciones. Dicho análisis debe hacerse todo en función de la realidad misma y será esta la que indique que líneas y ángulos profundizar para la comprensión. Las dimensiones se deben buscar en el contacto mismo con la situación.

LA NATURALEZA PSICOSOCIAL DE LOS PROCESOS EDUCATIVOS

No hace referencia solo a una perspectiva académica.
La construcción de identidad del niño se produce por una estructuración simbólica de sus vivencias subjetivas en un contexto socio-cultural definido. O sea que el niño construye su identidad según el contexto socio-cultural en el cual esta inserto y las personas con las cuales se relaciona. El niño aprende los comportamientos en el contexto que los recibe, pero no entiende todavía que esos cuidados son acciones reguladas por normas. El los adquiere de los adultos que le rodean, a quienes reconoce como superiores o portadores de una cierta autoridad que regulan su comportamiento. A medida que los niños van creciendo, van adquiriendo la forma externa de normas sociales a medida que las sanciones asociadas a ellos son internalizadas mediante el mecanismo de adoptar la actitud del otro, o sea que a las normas ya las internalizan por si mismos, ya sin tener en cuenta el poder de sanción de la personas de referencia.
A partir de allí comienzan a darse cuenta del patrón socialmente generalizado, el otro generalizado tiene la autoridad dada por la aceptación general de un grupo, a partir de aquí el mecanismo de internalizar las normas viene dada por el poder sancionador de un grupo y no de las personas particulares de referencia.
Con respecto a la relación interhumana en el espacio de la intersubjetividad, se da la posibilidad del intercambio a través del conocimiento común y reciproco de los contextos de cada uno de los interlocutores, expresados simbólicamente a través del lenguaje con el que comunican. Algo que constituye una condición indispensable en los procesos de educación.
Podemos caracterizar entonces la comunicación educativa como la que se realiza entre B quien posee un conocimiento estructurado, y A quien desea aprenderlo y reconoce la autoridad de B para cooperar en su propósito. Análisis de las tres dimensiones que presenta esta definición:
1) Conocimiento estructurado: se organiza mediante la diferenciación de componentes constitutivos de unidades mayores en donde guardan determinado tipo de relaciones, que es necesario analizar y reconstruir.
2) Deseo: según la definición de Freud, el deseo es el motor del aparato psíquico, haciendo alusión a un trabajo psíquico, en donde el impulsor de sus realizaciones es el deseo.
3) Autoridad: es quien esta reconocido y legitimado por ser el portador de conocimientos. Son otros quienes se la han otorgado, los que lo invisten de autoridad y hacen que pueda ocupar la posición de enseñante.

Esto quiere decir: para que se constituya el proceso educativo, se necesita de una autoridad que posea conocimiento y lo transmita a quien tiene el deseo de aprender y le reconozca su autoridad y superioridad, por ser el portador del mismo.

BIBLIOGRAFIA:

Ø CARUSO Y DUSSEL. 1998. De Sarmiento a los Simpsons. Ed Kapeluz. Buenos Aires. Argentina
Ø DUTCHASKY, S. Y C. SKLIAR: “La Diversidad bajo sospecha”. 2002. Buenos Aires
Ø LAINO, Dora (2000) “Los aspectos psicosociales de los procesos cognoscentes”. Siglo XXI. Buenos Aires
Ø MEDINA MOYA, L. 2003. “La deconstrucción o desaprendizaje: aproximación conceptual y notas para un método reflexivo de generación de nuevos saberes profesionales”. Revista Educare21. España.
Ø MORIN, E. 2004: “La Epistemología de la Complejidad”. Gazeta de Antropología. No. 20. París.
Ø REVISTA MONITOR: Dossier sobre “La Construcción de Autoridad en la escuela”. No. 20 Marzo de 2009.
Ø SOUTO, M.: (2003) “La clase escolar. Una mirada desde la didáctica de lo grupal”. Paidós. Buenos Aires.
Ø TIRAMONTI, Guillermina. 2004. La configuración fragmentada del Sistema Educativo Argentino. Cuadernos de Pedagogía. Año VII. Nº 12.


















viernes, 7 de mayo de 2010

UNA BUENA CLASE...

UNA BUENA CLASE

INTRODUCCIÓN:

Durante mucho tiempo los docentes se han preguntado como lograr dar “una buena clase". Y a su vez, abundante bibliografía sobre metodología, profundizó en este interrogante, pero frente a un aula, en la práctica, frente a frente con el alumno: que es una buena clase? En este texto se desarrollarán aspectos presentados por varios autores, en lo que ellos consideran que es una “buena clase”.

QUE ES UNA BUENA CLASE

Según la autora Camilloni[1], una clase es “un lapso establecido en el marco de un currículo y horario escolar en el cual el docente presenta una secuencia de actividades destinadas a orientar a los alumnos a lograr un aprendizaje de los mismos”.
Con respecto a la buena clase, podemos decir que no existe un formato escrito de como tiene que ser, son parámetros muy subjetivos, de acuerdo a los fines propios que tiene cada clase.
Las clases deben organizarse en secuencias, en una secuencia de clases hay un eje en común y en conjunto denominamos "'unidad didáctica". En cada unidad están presentes las distintas funciones didácticas como: motivación, presentación del tema, proyecto, desarrollo, síntesis y evaluación.
Por esta razón, los rasgos de una buena clase surgirán, en primer lugar de acuerdo a las cualidades didácticas de la programación de la unidad a la que pertenece.
Dentro de la programación de una buena clase se debe tener en cuenta, según la autora: selección de contenidos y su secuenciación, estrategias que se emplearan para al enseñanza, y actividades de aprendizaje y la distribución de tiempos disponibles para cada tarea:

De acuerdo a la metodología a emplear, se debe:
1º Propiciar, en la motivación de la clase, que los alumnos logren establecer vínculos entre el objetivo de la clase y los contenidos y objetivos de la unidad.
2º Utilización de metodología que permita al alumno relacionar sus conocimientos previos con el aprendizaje esperado planteado para la clase.
3º Retroalimentación constante de contenidos durante la etapa de realización de las actividades.
4º Evaluación al inicio, durante y al final del proceso.
5º Selección de material que resulte atrayente para el alumno.
6º Contextualización de la lectura.
7º Fomento de la clase dinámica a través de debates, intercambio de diferentes opiniones en un marco de tolerancia y respeto.
8º Estímulo de la realización de esquemas y mapas conceptuales para que los alumnos hagan integración de contenidos.
9º Reconocimiento de los logros y aportes de los alumnos.

Pero es necesario comprender que el docente posee ya un contexto y una historia personal, por lo que para dar la clase parte de unas convicciones personales sobre lo que es el proceso enseñanza - aprendizaje. Cada docente parte de sus propios supuestos que tienen consecuencias directas sobre dicho proceso, que se efectiviza en el aula. Y opta por métodos y técnicas diferentes según sus convicciones personales.
El proceso enseñanza aprendizaje según la autora Laino lo describe de la siguiente manera: para que se constituya el proceso educativo, se necesita de una autoridad que posea conocimiento y lo transmita a quien tiene el deseo de aprender y le reconozca su autoridad y superioridad, por ser el portador del mismo. Pero estas relaciones no siempre se dan de la misma manera, de estas relaciones también dependerá lo que se considere una buena clase. Si el docente tiene una autoridad fuertemente reconocida y sus alumnos el deseo de aprender.

La clase escolar de Marta Souto.

Con respecto a esta temática, podemos rescatar a la autora Marta Souto, hablando de la clase escolar, que es donde se efectiviza el proceso enseñanza-aprendizaje, donde se hace realidad la relación alumno profesor. Según la autora, la clase escolar es el ámbito de enseñanza, de la buena enseñanza, aquella que deja en el docente y en los alumnos deseo de continuar enseñando y aprendiendo, a la vez la incorporación y el dominio de nuevos conocimientos.
A su vez también es un campo de problemáticas y objeto de estudio para la didáctica, porque toma el acto de enseñanza, el acto pedagógico, en el ámbito más habitual de concreción, porque es allí donde la enseñanza se traduce en acto y el aprender se provoca y se genera, los procesos se realizan en tiempo y espacios compartidos, facilita la reflexión y construcción de conocimientos. Permite comprender los sucesos en su dimensión social, humana y real, con sentido y contenido social.
La autora menciona que la clase escolar posee una complejidad, que la misma es una realidad compleja, por diversos factores. Entre ellos cita la dificultad de entender las incongruencias que se presentan, la interacción de partes que se constituyen en un todo, o sea que una organización es mas que un conjunto de partes, hay que tener en cuenta la forma de interacción de las mismas, la heterogeneidad, conflictos y paradojas que hay, que no pueden ser reducidos, si no que requieren de explicaciones que respeten su carácter heterogéneo y analicen como se pueden complementar, además fenómenos aleatorios, imprevisibles, que generan incertidumbre. La clase es al mismo tiempo lugar de encuentro y contraposición de deseos individuales y formaciones grupales e institucionales. Y esta inserta en un contexto macro que ejerce influencia sobre ella, pero que esta no puede modificar, sino que debe adaptarse.

Para superar estas complejidades, la autora plantea que se debería: comprender la clase en interacción con el contexto que la rodea, teniendo en cuenta factores políticos, económicos, culturales, sociales, que ejercen influencia sobre la misma y la modifican. Hay que considerarla como un proceso continuo, nunca acabado. Incluir la diversidad de componentes, relaciones y dimensiones que atraviesan la clase y permiten pensarla como campo problemático, priorizar el ámbito grupal, o sea como conjunto de sucesos en su devenir, pensar en la interacción de los diversos elementos que la componen.
La clase escolar debe ser analizada desde los procesos y procedimientos que se utilizan para enseñar. Además plantearse un campo amplio que indague las relaciones entre la modalidad de enseñaza utilizada, la formación del docente, sus creencias, sus formas de pensamiento, las características socio culturales de los alumnos, las características de cada uno de ellos en particular, las relaciones interpersonales, la propuesta pedagógica, en fin, las estructuras que surgen en la compleja trama de relaciones. Dicho análisis debe hacerse todo en función de la realidad misma y será esta la que indique que líneas y ángulos profundizar para la comprensión. Las dimensiones se deben buscar en el contacto mismo con la situación.

CONCLUSIÓN:

Según lo expresado anteriormente no existe una receta concreta de como dar una buena clase, pero siguiendo algunos ítem propuestos, podemos hacer que haya un clima de trabajo propicio para que los docentes y alumnos puedan llevar a cabo un proceso enseñanza – aprendizaje que les permita desarrollarse y tener ansias de seguir enseñando-aprendiendo.

BIBLIOGRAFÍA:

Ø ARAUJO, Sonia. Docencia y enseñanza. Una introducción a la didáctica. Universidad Nacional de Quilmes. Ed. Bernal. Buenos Aires. 2008
Ø CAMILLONI, Alicia R. W. Una buena clase. Art de materia Practica Docente II.
Ø LAINO, Dora. Los aspectos psicosociales de los procesos cognoscentes”. Siglo XXI. Buenos Aires. 2000
Ø SOUTO, Marta. “La clase escolar. Una mirada desde la didáctica de lo grupal”. Ed. Paidós. Buenos Aires. 2003
[1] Camilloni, Alicia R. W. Una buena clase. Art de clase de materia Practica Docente II

Introducción

Buenos días, soy Lic. en Gestión Turística, actualmente en el rubro, pero aun no en la docencia, aunque algunas experiencias pequeñas he tenido. Y busco introducirme en el sistema educativo y ejercerla... cuesta... pero llegará.
El motivo de creación de este blog es tener un espacio virtual para compartir mis trabajos prácticos del Trayecto de Formación Docente para Profesionales y Técnicos Superiores para EGB 3, Polimodal, y TTP.
Esta abierto a todos quienes quieran opinar y aportar sus trabajos. También, porque no...es un espacio de opinión y reflexión...para enriquecer nuestras ideas previas y conceptos.